Omega 3: Beneficios en la vista

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Los ácidos grasos esenciales son ácidos grasos que el organismo no puede producir y que, por tanto, deben proceder de nuestra dieta. Entre ellos se encuentran los ácidos grasos Omega-3 y los ácidos grasos Omega-6.  

Los ácidos grasos Omega-3 son grasas saludables que se encuentran principalmente en ciertos pescados, frutos secos y semillas. Se sabe que tienen importantes efectos antiinflamatorios en el organismo. Los ácidos grasos Omega-6 se encuentran en los huevos, los alimentos fritos, los alimentos procesados y la mayoría de los aceites vegetales. 

Tanto los ácidos grasos Omega-3 como los Omega-6 son esenciales para una buena salud. Dicho esto, un exceso de ácidos grasos Omega-6 en nuestra dieta puede tener una respuesta proinflamatoria en el cuerpo, por lo que es importante consumir la cantidad adecuada. Los omega-3 afectan a la función de los receptores celulares en las membranas celulares del cuerpo, ayudando a regular la coagulación de la sangre y la inflamación. 

Además, los omega-3 se unen a los receptores para regular la función genética, lo que puede ayudar a desempeñar papeles protectores en ciertas afecciones, como:

  • Lupus
  • Eczema
  • Artritis reumatoide
  • Cáncer

Los ácidos grasos omega-3 se consideran grasas poliinsaturadas, y hay 3 omega-3 principales que se encuentran más comúnmente en las dietas occidentales:

  • Ácido eicosapentaenoico (EPA)
  • Ácido docosahexaenoico (DHA)
  • Ácido alfa-linolénico (ALA)

El ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA) son los más comunes en el pescado. El ácido alfa-linolénico (ALA) suele encontrarse en el aceite vegetal, los frutos secos, las semillas de lino y las verduras de hoja.

LOS OMEGA-3 Y LA SALUD OCULAR

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Aunque los ácidos grasos omega-3 se han considerado beneficiosos para muchas afecciones diferentes, también pueden ser útiles para su salud ocular. Un estudio publicado en Investigative Ophthalmology & Visual Science descubrió que el DHA prevenía la pérdida de visión relacionada con la edad en ratones de laboratorio.

Además, un estudio realizado por el Brigham and Women’s Hospital descubrió que, de los participantes en el ensayo, los que consumían más ácidos grasos omega-3 tenían un 17% menos de riesgo de sufrir sequedad ocular en comparación con los que consumían poco o nada.

Una dieta rica en DHA puede ayudar a preservar la visión y aliviar la sequedad ocular; sin embargo, consumir cantidades suficientes de ácido graso omega-3 a través de los alimentos puede ser difícil debido al volumen de comida que se necesita para alcanzar la concentración óptima en nuestro organismo. 

Los suplementos de omega-3 pueden ser beneficiosos para proporcionar la cantidad necesaria para aliviar los síntomas del ojo seco y ralentizar la progresión de ciertas afecciones oculares.

OMEGA-3 Y OJO SECO

La dieta occidental típica tiende a tener una cantidad mucho mayor de Omega-6 en comparación con el Omega-3. El desequilibrio en nuestra proporción de Omega-3 y Omega-6 puede ser un factor que contribuye a la respuesta inflamatoria que desempeña un papel clave en el ojo seco crónico.  

Un enfoque de sentido común es tratar de aumentar nuestra ingesta de Omega-3 mientras tratamos de reducir nuestra ingesta de Omega-6 para tratar de restablecer el equilibrio adecuado para una salud óptima.  

Los ácidos grasos Omega-3 EPA y DHA son los que más beneficios aportan a la salud y los más importantes para controlar la inflamación relacionada con la sequedad ocular. En concreto, una proporción elevada de EPA y DHA puede ser la más beneficiosa para los ojos secos.  

OMEGA-3 DE LOS ALIMENTOS FRENTE A LOS SUPLEMENTOS

En Norteamérica, los niños y los adolescentes sólo consumen una media de 40 mg de EPA y DHA al día. Los adultos sólo consumen una media de 90 mg de EPA y DHA al día. 

En teoría, es posible obtener suficiente Omega-3 de nuestra dieta para que tenga un efecto beneficioso para el ojo seco, aunque esto es bastante difícil de conseguir. Por ejemplo, para obtener una dosis diaria de 1.000 mg de EPA y DHA combinados, habría que consumir el equivalente a 5 raciones de salmón o 27 raciones de atún o 35 raciones de eglefino a la semana. 

También hay que tener en cuenta que el nivel de mercurio y otras toxinas que se acumulan en el cuerpo por el consumo de esta cantidad de pescado sería bastante alto, y por lo tanto no es la mejor opción. Las verduras de hoja verde, las algas y algunos frutos secos y semillas, incluida la linaza, también son una fuente de omega-3, aunque son principalmente una fuente de ALA (ácido alfa-linolénico). El ALA tiene una baja conversión (menos del 5%) en EPA y DHA y, por tanto, un beneficio mínimo para el síndrome del ojo seco.  

ELEGIR EL SUPLEMENTO ADECUADO

A la hora de buscar un suplemento para aumentar la ingesta de ácidos grasos omega-3, hay que tener en cuenta algunas cosas. Algunas formas de ácidos grasos se absorben más fácilmente que otras, por lo que conocer la diferencia puede suponer un beneficio para su salud general y su síndrome de ojo seco.    

En el pescado entero, los ácidos grasos omega-3 se encuentran como ácidos grasos libres, fosfolípidos y triglicéridos. En los aceites de pescado, que pueden encontrarse en forma de suplementos, los omega-3 están presentes principalmente como triglicéridos. 

En los aceites de pescado procesados, el proceso de refinado hace que los triglicéridos se conviertan en ésteres etílicos, lo que permite a los químicos alimentarios ajustar las concentraciones de DHA y EPA. 

Algunos estudios han demostrado que la absorción de los omega-3 en forma de ésteres etílicos no es tan eficiente como en la forma de triglicéridos.  

ENTONCES, ¿QUÉ SUPLEMENTOS SON LOS MEJORES?

Aunque hay un montón de suplementos de aceite de pescado disponibles, algunos son absorbidos por el cuerpo de manera mucho más eficiente y tienen un efecto más beneficioso. El omega-3 en forma de triglicéridos es la opción preferida para el ojo seco.    

No todos los suplementos de aceite de pescado con omega 3 son iguales. La fabricación de omega-3 de alta calidad comienza con el pescado capturado en el océano (el aceite de pescado comienza en forma de triglicéridos). 

A continuación, se extrae el aceite del pescado, lo que produce un aceite nativo no purificado que aún contiene toxinas. El siguiente paso es eliminar las toxinas con calor y alcohol. El resultado es la forma sintética basada en el alcohol (éster etílico), que no se absorbe bien en el organismo.

La mayoría de los productos de omega-3 disponibles en el mercado se venden en esta forma no purificada de éster etílico. Lo que diferencia a los suplementos de omega-3 de alta calidad es el último paso, que consiste en la eliminación del alcohol (un proceso conocido como reesterificación) que lo devuelve a la forma de triglicéridos o natural del omega-3, pero con una mayor concentración de EPA y DHA. 

El proceso es largo y costoso, pero es la forma más pura y potente de omega-3 que el cuerpo absorbe con facilidad, a la vez que es segura y está libre de toxinas. Si ha notado diferencias de coste entre los distintos suplementos de omega-3 del mercado, ésta es la razón principal.

Cuando compre su suplemento, asegúrese siempre de leer la etiqueta con atención, y compruebe lo siguiente

Tipo de omega 3: Busque un suplemento que contenga EPA y DHA, concretamente una proporción elevada de EPA a DHA de 4:1, que es óptima para el ojo seco.

Cantidad de omega 3: Compruebe en la etiqueta la cantidad de EPA y DHA que contiene cada cápsula. Una forma alternativa a buscar es la forma líquida. La mayoría de los suplementos líquidos de omega-3 estarán en forma de triglicéridos. 

Una cucharadita de omega-3 líquido de alta calidad suele aportar 1200 mg de EPA y 300 mg de DHA. Esto equivale a 4 cápsulas de gel. Para la mayoría de las personas, esto suele ser un buen comienzo para una dosis diaria para el síndrome del ojo seco.  

Forma de omega-3: Busque la forma TG (triglicéridos) de omega-3 en lugar de los ésteres de etilo.

Una vez que haya encontrado un suplemento que le satisfaga, compruebe la fecha de caducidad y huela las cápsulas o el líquido para asegurarse de que no se han estropeado. El aceite de pescado caducado o rancio es menos potente e incluso puede ser perjudicial.

Si tiene alguna duda sobre los omega-3 y su salud ocular, póngase en contacto con su optometrista para obtener una opinión profesional. Además, asegúrese de programar exámenes oculares regulares para detectar los primeros signos de la enfermedad antes de que progresen.

Artículo traducido y adaptado de Stoney Creek Eye Care

Si quieres saber mas sobre los beneficios del Omega 3 te dejo estas fuentes de información:

Omega 3 para la piel

Sanoleo by Omicron Dephaa

Mascarillas con omega 3